Hace unas semanas participábamos por primera vez en el #afterwork hotelero que, desde hace ya tiempo, se celebra mensualmente en el Hotel Conde Duque, en el madrileño barrio de Chamberí. Ahí tuvimos la ocasión de probar por primera vez el catering de Feeling Gastronómico. Y también de conocer a sus propietarios y conversar con ellos. De esa conversación con tan buen “feeling”, surgió esta posterior visita al Restaurante, ubicado al lado del Hotel, en la Plaza del Conde del Valle de Suchil, 7.
Al entrar nos encontramos con la zona de Gastrobar y coctelería con una amplia barra y algunas mesas altas, para pasar inmediatamente al ambiente del Restaurante propiamente dicho. El local es acogedor, elegante, y ambas zonas están suficientemente separadas, sin llegar a ser dos recintos. La barra de la zona de entrada está atendida por Rubén Valero, quien se encarga tanto de los platos de su carta específica, como de las copas.
Nosotros dejamos atrás la barra, no sin anotar mentalmente que tendremos que volver, para probar algunas de las tapas que hemos descubierto en su carta… Nos sentamos en una zona más íntima, donde nos aguardan muchas posibilidades en una carta con diversas opciones y distintos menús de degustación, todos desarrollados por el chef Alfonso Sánchez y su joven equipo.
La cocina de Feeling Gastronómico se caracteriza por una alta calidad de sus productos, propios de la gastronomía mediterránea, con una buena dosis de innovación y un toque de fusión. Las alternativas nos sorprenden: podemos probar un menú gastronómico de 12 platos, el menú degustación, el menú ‘Feeling’ o elegir a nuestra discreción de la completa carta.
En esta primera ocasión, con horario laboral de comida y un poco apretados de tiempo, nos decantamos por el rápido menú de degustación del gastrobar con el que, tras unas riquísimas anchoas de entrante, probamos una Porra Antequerana con Presa de Bellota; un Hummus con Berenjena y Miel de Caña; unos Huevos Rotos con Trufa; un Brioche de Foie, Vainilla y Azafrán; un Cabracho al Chocolate; y una Carrillera con Compota de Manzana y Té Verde. De postre nos deleitamos con unas Migas de Almendras con Mascarpone y Azafrán, junto a una Cuajada con Chutney de Pera e Higo.
Aunque es cierto que las raciones estaban ajustadas para un menú de degustación, acabamos completamente saciados: tres primeros, tres segundos y dos postres. Todo ello con productos de primera calidad, en su punto y con una presentación excelente… y ¿qué decir de la relación calidad/precio? Pues 15 €, bebidas aparte. En nuestra opìnión, inmejorable.
Vamos a ver si el chef Alfonso tiene un rato pronto para hablar con nosotros y os lo contaremos. ¡Seguiremos informando!